domingo, 29 de junio de 2008

Y ahora???

Qué será de mi blog ahora que la materia terminó???...
Será una herramienta que oficiará de ventana por la cual dejaré que me espien un poco quizás...
Ahora ya no habrá quien se queje de lo que suba, ahora habrá absoluta libertad para escribir sin obstáculos...

Ensayo

Tradicional Vs. Moderno.


Lejos ha quedado la tan conocida fórmula para escribir un cuento de introducción, nudo y desenlace que nos enseñaron en el colegio. Lejos ha quedado también la chica huérfana que es rescatada por un príncipe azul con el que se casa para vivir felices por siempre.
Hoy los cuentos son otra cosa, las narraciones son otra cosa. Es difícil encontrar que los relatos modernos empiecen por un claro principio, y más difícil aún es que estos tengan un final. Un claro ejemplo es “Crónica de una muerte anunciada”, de Gabriel García Márquez, que comienza narrando el final, la muerte se Santiago Nasar. Otro, también es el caso de Raymond Carver, todos sus cuentos se presentan de un modo fragmentario que paralizan en cierto modo al lector que no está acostumbrado a ese tipo de narración, los finales nunca son los esperados y muchas veces hasta parece que no hay un cierre, el relato queda como inconcluso.
A diferencia de esto, existen los cuentos tradicionales, la mayoría de ellos derivan de relatos orales, antiguamente los cuentos eran variaciones de situaciones cotidianas que se vivían en el seno de cada familia, estos sí en su mayoría siguen aquella fórmula, hay un claro principio, un desarrollo y un cierre, todo bien marcado.
Gracias a esta metodología, Vladimir Propp en “Morfología del cuento”, se encargó de analizar de una manera muy ocurrente los cuentos tradicionales rusos. Propp encaró el análisis a partir de las funciones que cumplía cada personaje que aparecía en el relato, así en lugar de diferenciarlos por su forma, como en el caso de Wundt que clasificó los cuentos maravillosos en fábulas y Volkov que lo hizo por motivos[1], él lo hizo por estructuras.
De este modo pudo determinar que hay treinta y nueve funciones que se repiten en cada cuento, pero que muchas veces alternan su orden. Así, siempre hay un protagonista que se aleja de su hogar con determinada misión, en el camino debe superar ciertos obstáculos para lo que se le otorga un instrumento mágico, luego se enfrenta a un agresor, consigue la victoria, retorna a su hogar convertido en héroe y generalmente se casa.[2]
Me pregunto qué haría Propp si tuviera que analizar los cuentos modernos, ¿podría encontrar tantas funciones que se repitan en cada uno de ellos como lo hizo con los cuentos rusos? Creo que las respuestas son negativas.
En los cuentos modernos ya casi no se respeta ese orden lineal que siguen los relatos tradicionales, por lo que sería muy dificultoso encontrar una fórmula que funcione para todos por igual, ya es difícil encontrar una que sirva para un mismo autor. En el caso de Walsh por ejemplo, sus cuentos varían entre sí, no tiene una misma fórmula a seguir a la hora de escribir, no es lo mismo “Fotos” donde el cuerpo del texto se presenta en fragmentos numerados, que “Los oficios terrestres” donde la narración altera su temporalidad cuando narra el trayecto que emprenden los compañeros para tirar los residuos, mientras intercala momentos de la fiesta que se había hecho el día anterior.
Se puede ver entonces que a diferencia de los cuentos tradicionales, en los modernos se le da mayor importancia al discurso y no tanto a la historia en sí. Ya no se sigue el modelo “Principio, medio, fin”, y se le da mayor lugar a lo ambiguo y a lo fragmentario.[3]
Lo que ocurre con los relatos tradicionales es muy similar a lo que se ve en las telenovelas de estos tiempos. Quienes las miran saben de antemano que en la historia aparecerá un hombre generalmente rico y una mujer pobre, ambos luchan porque su amor salga victorioso, también existe un personaje malvado que intentará destruirlo.
No es casualidad que los argumentos de estás novelas estén presentes en seis historias clásicas: Cenicienta, la lucha de clases, una mujer pobre que no sabe que es rica se casa con el príncipe; Romeo y Julieta, el amor imposible, el amor que vence todos los obstáculo, los padres y la familia son los peores enemigos; El príncipe y el mendigo, el impostor, el intercambio de identidades; Cumbres borrascosas, la rica y el pobre, el amor imposible porque los enamorados pertenecen a diferentes clases sociales y además existe un posible incesto; El conde de Montecristo, la venganza, el crimen que no se cometió produce una injusticia que genera deseo de venganza, para lo cual se adopta una identidad que no es propia, Los miserables, la injusticia, la transformación de un personaje bueno en malo por un acto de injusticia, al protagonista lo encarcelan 19 años por robar un trozo de pan, pero luego, a raíz de un acto de bondad, vuelve a ser bueno.[4]
Ahora bien, más allá de toda diferencia o semejanza, a pesar de las distintas maneras de encarar la narración, tanto los cuentos tradicionales como los modernos, han sido escritos para quienes los leen.
Por eso quiero concluir en que a pesar de que lo tradicional siga una línea, siga una fórmula que se repita y que le permite a autores como Vladimir Propp esbozar análisis de la índole que presentó, y que lo mismo no pueda hacerse con lo moderno por sus características, cada autor, cada escritor, narra una historia pensando en quien lo lee, y cada lector elige leer lo que lee pensando en quién y en cómo lo escribió. Aquí aparece eso que Umberto Eco denomina “pacto ficcional”, donde el lector acepta que lo que se cuenta en el texto son hechos imaginarios, pero no son mentiras. El lector suspende la incredulidad, su juicio acerca de la verdad o la falsedad de lo que está leyendo; así como el autor finge que los hechos que cuenta ocurrieron, el lector finge lo mismo acerca de esos hechos.[5]
Entonces aunque lo que ocurra en los relatos no sea real, no haya ocurrido en verdad, contiene elementos basados en lo real o semejantes a ello. “Los mundos de ficción son parásitos de lo real”, dice Eco. Por lo tanto, cuando un lector hace una elección con respecto al texto que va a leer, sabe a que género se enfrenta, del mismo modo que conoce los límites del mismo.
Así como en los relatos tradicionales existe una fórmula a seguir, en los relatos modernos, cada autor fija sus propios límites para marcar el estilo que le dará a sus cuentos. Del mismo modo creo, el lector fija sus límites a la hora de elegir qué leer.
Es así que en la batalla de lo tradicional vs. lo moderno, ninguno gana, pero tampoco hay alguien que pierda.

[1] Vladimir Propp, “Morfología del cuento”.
[2] Maite Alvarado y Alicia Yeannoteguy, “La escritura y sus formas discursivas”, Cáp. IV
[3] Jaime Rest, “El cuento tradicional y moderno”, Estudio preliminar.
[4] Omar Rincón, “Narrativas mediáticas”.
[5] Maite Alvarado y Alicia Yeannoteguy, “La escritura y sus formas discursivas”, Cáp. IV.

martes, 24 de junio de 2008

Mi ensayo...

Me preocupa el ensayo, todavía no tengo muy en claro como hacerlo, lo que me había gustado es lo que en el capítulo de narración de Alvarado y Yeannotegui se menciona sobre "Morfología del cuento" de Vladimir Propp, justamente tengo el libro,pero nosé como encararlo. También es interesante lo que se menciona de Eco y el pacto ficcional.
Eco postula que lo que se cuenta en un relato son hechos imaginarios,pero no mentiras, así como el autor finge que los hechos que cuenta ocurrieron. En el caso de Propp y los cuentos rusos que analiza, justamente son siempre las mismas funciones las que se repiten en cada cuento porque los hechos que dan origen a los relatos son situaciones reales que se vivian en la época y daban lugar a las mismas historias.
A esto que Propp menciona puedo añadirle también a lo que hace referencia Omar Rincón en "Narrativas Mediáticas".

"Ensayos", Flusser

Tratados(Estilo académico)

*
Despersonalizado
*Compromete el intelecto
*Elimina el cuerpo
*Evita al "Yo"
*Resulta de un primer pensamiento
*Pensar y discutir

Ensayos(Estilo vivo)

*Responsabilidad del autor
*La validez la da quien habla
*Vivir y dialogar

"El ensayo como forma", Adorno.

Ensayo:

  • No se constituye a partir de algo primero, ni se redondea en algo último.
  • Compatibilidad de la interpretación con el texto.
  • Aspiración a la verdad.
  • Critica al sistema.
  • Conciencia de "no identidad"
  • Reduce todo a un principio
  • Acentúa lo parcial frente a lo total
  • No apunta a una construcción cerrada.
  • Inmediatez.
  • No procede linealmente y en un solo sentido.
  • Fragmentario, discontinuo.

“La escritura y sus formas discursivas”, Alvarado y Yeannoteguy

Argumentación:

· Persuadir a los interlocutores
· Campos de aplicación de la argumentación:
*Terreno judicial ( Método razonado - Contradicción)
*Deliberación (Útil -Dañoso)
*Tribunal ( Justo -Injusto)
*Excelencia y reprobación (Bello -Feo)
*Demostración (Didáctico)

Situación de argumentación:

-Agente que actúa para modificar la disposición de un sujeto respecto a un tema.
-Defensa refiere a un problema.
-Legitimidad.
-Condiciones de propiedad:
*No compartir convicciones.
*Que el otro crea de lo que se lo quiere persuadir.
*Que el otro crea con razón.
*Que el que argumenta crea lo que argumenta.


Proceso retórico:

*Etapas: (En el ámbito escrito solo se utilizan las tres primeras)

· Inventio: Que decir, argumentos.
· Dispositio: Ordenar argumentos.
· Elocutio: Agregar palabras y figuras.
· Memoria: memorización del discurso.
· Actio: Representación del discurso.

Calvino - Berger

Los ensayos de Calvino, “Colección de arena” y “Qué nuevo era el nuevo mundo”, así como los de Berger, “El traje y la fotografía” y “Fotografías de la agonía”, no me dieron los suficientes indicios de cómo escribir un ensayo. Me dieron más la sensación de crónicas, encontré mucho del género narrativo, y no noté con mucha claridad las situaciones y las formas de las que hablan Alvarado y Yeannoteguy por un lado, y Adorno por otro.
Todavía no lo tengo muy en claro qué es un ensayo y creo que me va a costar un poco hacer el mío.

sábado, 14 de junio de 2008

Nota de lector – Carver

Los cuentos de Raymond Carver, “De que hablamos cuando hablaos de amor”, “¿Porqué no bailas”, y “Una cosa más”, no son cuentos tradicionales. Estos cuentos modernos son muy particulares.
En los tres el autor pone de manifiesto el tema de la borrachera, desconocidos bebiendo juntos, un grupo de amigos bebiendo mientras charlan, y el último, un hombre borracho en su casa.
Aquí se puede notar lo que menciona Rest cuando dice que en los cuentos modernos se da mayor importancia al discurso y no tanto a la historia.. Ya no se sigue el modelo tradicional “Principio, medio, fin”, y se da mayor lugar a la ambigüedad y a lo fragmentario.
En Carver los relatos siguen este modelo, fragmentario, con un cierre incierto, hasta inconcluso.

Nota de lector – Walsh

“Esa mujer”

Este cuento se presenta a modo de entrevista, donde el entrevistado y el periodista van contando la historia.
Sin mencionar quien es esa mujer, el lector puede darse cuenta de quien se trata ya que las cosas que se mencionan que ocurrieron en torno a su cuerpo, son conocida por casi todos los argentinos.
Con datos reales, pero ocultos, se narra esta historia.


“Fotos”

Este cuento se presenta en fragmentos numerados. El mismo es una suerte de biografía que un hombre hace de un amigo y que al mismo tiempo permite contar la suya propia.
En cada fragmento los discursos varían, hay fragmentos de cartas, diarios, descripciones de fotografías, diálogos presentados con variada puntuación, entre otras.
El modo de narrar es cronológico, comienza desde que son niños y finaliza con la muerte de uno de ellos y el casamiento del otro.
El cierre es muy particular, después de narrar la muerte de Mauricio, se presenta como ultimo fragmento la descripción de una fotografía del casamiento de Jacinto y Paulina. Ella era la novia de4 Mauricio, él su amigo, y quien saca la foto, un boticario que reemplazaba a Mauricio en su negocio y que él odiaba.


“Los oficios terrestres”

Aquí se cuenta la historia de unos niños que viven en un colegio pupilo. La celebración del corpus cristi y el día después son el eje principal del relato, que le ocurre a cada personaje, como muchos tienen que ganarse el respeto del resto, como otros sufren por estar solos en aquel lugar que según las descripciones, parece oscuro y frío.
Se describe minuciosamente cada acción, cada lugar, y a cada personaje, sin omitir ningún detalle. El lector puede imaginarse en el lugar viendo lo que va ocurriendo y a su vez recorriendo cada espacio que se menciona en el relato.

Nota de lector – Salinger

“Un día perfecto para un pez banana”

El cuento comienza con un dialogo telefónico entre una chica y su madre. Este es muy interesante porque esta narrado igual que una charla telefónica, sin explicitar cada cosa que se dice porque ya es sabido por quienes hablan. Aquí el lector va imaginando a medida que transcurre la charla que es lo que está pasando y de quien se está hablando.
La segunda parte de este cuento narra lo que, al momento en que se da el diálogo, está sucediendo con el marido de la chica, Seymour. Esta parte es muy particular porque se da entre este hombre y una niña, y no parece que él este atravesando un mal momento por el modo de tratar a la niña. Solo cuando le explica como son los peces banana, da indicios de que está sugiriendo su estado de ánimo.
El cierre del cuento une ambas historias, la descripción que las mujeres habían hecho de Seymour queda concluida en el momento del suicidio, donde también se resuelve el estado en el que estaba.


“El hombre que ríe”

En este cuento hay dos historias, una de ellas nace del r4elato de un personaje de la primera.
Para contar la historia el narrador lo hace en primera persona y muy pocas veces se recurre al diálogo.
Un acontecimiento de la primera historia, la pelea entre el Jefe y Mary Hudson, provoca el cierre de la segunda. Ofuscado por aquella situación, y sin otro remedio que el de contar la historia de “El hombre que ríe”, el Jefe decide que ese sería el último capítulo y mata al protagonista en su relato.
Allí se cierra la historia y también la de los comanches que esperaban por un nuevo capítulo. La incertidumbre por lo que ocurría con aquel personaje era tan grande que el final los dejó a todos atónitos. Esto se demuestra en el cierre del cuento cuando el narrador describe como quedó temblando y se fue a la cama al llegar a su casa.

Benjamin

Citas vinculadas con la problemática de la narración y la experiencia.

*Es la misma experiencia que nos dice que el arte de la narración está tocando a su fin. Es cada vez más raro encontrar a alguien capaz de narrar algo con probidad.
*La experiencia que se transmite de boca en boca es la fuente de la que se han servido todos los narradores.
En todos los casos, el que narra es un hombre que tiene consejos para el que escucha. Y aunque hoy el «saber consejo» nos suene pasado de moda, eso se debe a la circunstancia de una menguante comunicabilidad de la experiencia.
*El más temprano indicio del proceso cuya culminación es el ocaso de la narración, es el surgimiento de la novela a comienzo de la época moderna. Lo que distingue a la novela de la narración es su dependencia esencial del libro.
*El narrador toma lo que narra de la experiencia; la suya propia o la transmitida, la toma a su vez, en experiencias de aquellos que escuchan su historia.
*Una escasez en que ha caído el arte de narrar se explica por el papel decisivo jugado por la difusión de la información.
*Narrar historias siempre ha sido el arte de seguir contándolas, y este arte se pierde si ya no hay capacidad de retenerlas.
*La narración, tal como brota lentamente en el círculo del artesanado es, de por sí, la forma similarmente artesanal de la comunicación
*De entre todas las formas épicas, ninguna ocurre tan indudablemente en la luz pura e incolora de la historia escrita como la crónica
*Rara vez se toma en cuenta que la relación ingenua del oyente con el narrador está dominada por el interés de conservar lo narrado. El punto cardinal para el oyente sin prejuicios es garantizar la posibilidad de la reproducción.
*Todo aquel que escucha una historia, está en compañía del narrador; incluso el que lee, participa de esa compañía.
*El narrador es el hombre que permite que las suaves llamas de su narración consuman por completo la mecha de su vida.

Jaime Rest.

El cuento tradicional y moderno.

El cuento tradicional tenía como finalidad ser un relato breve que pudiera ser leído de un tirón. Había una linealidad donde el modelo era el de “principio, medio, fin”, donde el eje central era la historia. Generalmente en ellos se contaban anécdotas, y había cierta oralidad fijada a lo escrito.
El cuento moderno por el contrario conlleva otro tipo de elaboración, más detenida y minuciosa, donde se ve reflejada una inventiva propia y un arte personal de cada escritor. Aquí a diferencia del modelo tradicional, el relato es mayormente fragmentario y muchas veces ambiguo, done se hace más hincapié en el discurso y no tanto en la historia.


Raymond Carver.

Tarjetas a lo Carver…

*Escribir es descansar en el papel.
*Escribir es una suerte de drenaje cerebral
*Es pronto para que sea tarde.
*La satisfacción de haber hecho lo mejor, y la prueba de ese esfuerzo, es lo único que podemos llevarnos a la tumba.
*No te justifiques ni te disculpes. No te quejes, no des explicaciones.


Piglia.

Tesis sobre el cuento.


El cuento tiene dos historias, una en primer plano y otra en secreto, aquí está la clave de la forma del cuento.
El cuento clásico cuenta una historia anunciando otra, el cuento moderno cuenta dos historias como si fueran una sola.
Teoría del Iceberg (Hemingway): lo más importante nunca se cuenta.
Todo cuento debe tener en cuenta: su comienzo y su cierre, la temporalidad t las formas orales.


Historia 1 – Historia 2


“Fotos”, de Walsh.

La historia uno en este cuento para mi es la de Mauricio que es la que está en primer plano y la dos es la de Jacinto que inesperadamente termina casándose con quien era la novia de Mauricio.

“Un día perfecto para el pez banana”, de Salinger.

Aquí la historia uno sería la de la esposa de Seymour, donde uno puede ir dándose cuenta de que va a pasar luego por el diálogo que tiene con su madre, y la historia dos es justamente la de Seymour, que afirma todo lo que se dijo anteriormente concluyéndolo con el suicidio.


“El hombre que ríe”, de Salinger.

La historia uno es la del narrador que es protagonista, donde cuenta su historia en el club de comanches. La historia dos es la del chofer y el relato del hombre que ríe, que concluye en el mismo momento en que termina su supuesto romance.

sábado, 7 de junio de 2008

Texto narrativo a partir de Ritmo

Elemento: Aire
Objeto: Siku

*Instrumento-música-melodía-sonidos-caña-interprete-canción-viento-soplidos
*Psicolanalista-sonidista-distante-antetior-posterior-postal-costal-talento-atento


En el aire se oye distante una melodía,
el viento escucha atento una canción,
distante está el interprete con sus sonidos
que con pequeños sonidos hace de la música una postal.
En un costal de talento guarda su siku,
vuelve a su casa y se prepara para seguir,
aguarda que el día pase y se mira atento
frente a un espejo que no devuelve lo que él quiesiera mirar.

Texto narrativo a partir de un espacio

En la ciudad de los enanos...


Era una gran ciudad, inmensa para mí. En cada rincón había un lugar diferente, cada uno representaba espacios que se encontraban en cualquier ciudad común. Había una Iglesia, una corte o un juzgado, no me acuerdo muy bien, había negocios, castillos, muchos juegos. Siempre era de día, siempre había sol, cada lugar tenía un color distinto, colores alegres, amarillo, rojo, celeste, rosa, y más.
Para entrar a esa ciudad había que atravesar una puerta grandísima, y mucha gente iba a pasear por ahí, sin embargo nadie vivía en esa ciudad y me costaba comprenderlo.
La respuesta que esperaba fue la que me dieron. Me resultaba difícil entender porqué por cada cosa del tamaño que ahora creo normal, había una exactamente igual, pero en miniatura, muy chiquita.
Pero claro, era evidente, era porque yo iba los fines de semana, cuando ellos descansaban, salían a pasear o a hacer vaya a saber uno que cosas. Ellos estaban allí los días de semana, seguramente trabajaban ahí, porque en esa ciudad los lugares que eran para grandes eran de su tamaño. Seguramente esa ciudad era de ellos, por eso tantos colores. Pero…y ella, ¿Dónde vivía? ¿Dormía ahí? ¿Trabajaba ahí? Quizás no, y solo se limitaba a visitarlos.
Nunca supe que pasaba en realidad con esos personajes, nunca iba a encontrarlos, así que me conformé con conocer lo poco que me habían contado.
Pasados unos cuantos años, bastantes creo, volví a aquella ciudad. Al recorrer el lugar me resultaba tan simple todo, la respuesta era obvia y me sorprendió. Así fue que decidí que la mejor respuesta no era la que tenía ante mis ojos, sino la que me habían dicho cuando era chica. Esa no era la ciudad de los niños, era la de un cuento, un divertido y hermoso cuento.

Texto narrativo a partir de una imagen onírica



El principio del fin...



Quedaban solo tres semanas y el tiempo comenzaba a correr rápidamente. Todos éramos concientes de lo que iba a pasar, solo esperábamos el día en que sucediera.
El mundo era un caos y todos intentaban encontrar la manera de salvarse, pero era tarde. El momento de cambiar ya había pasado. Muchos fueron los que lo advirtieron, y sin embargo nadie los escuchó.
No sabía cómo me sentía, quizás no sabía porque pensaba en ello con bastante frecuencia. Pero estaba derrotada, ya no imaginaba cómo iba a ser ese día, solo quería que llegue. No aguantaba más, estaba cansada de ver gente correr. ¡Basta, se terminó!
Siempre tuve miedo al agua, ¿Miedo al agua?, sí, al agua. Desde aquella vez que me tiraron a esa pileta inmensa, era chiquita, pero no me olvido. Me costó, pero lo superé, y pensar que ahora eso acabaría conmigo, con todo.
Quedaban solo dos semanas, el tiempo nunca fue tan veloz. La gente seguía corriendo. Iba de un lado a otro, pensaban encontrar los refugios más seguros, pero era inútil, no había forma de salvarse.
Yo casi no pensaba, esperaba que vinieran a mi mente buenos recuerdos o cosas así, pero eso ya parecía imposible. Estaba sola.
Solo quedaba una semana, los siete últimos días. El cielo ya empezaba a oscurecer, parecía que el sol nunca había existido, ya no quedaban rastros de él.
Quedaban seis días, cinco, cuatro, cada vez menos, todo seguía empeorando.
Cansada de esperar, de pensar, de no recordar, salí. Empecé a caminar sin saber a donde iba, quizás pretendía que el tiempo se agotara más rápido.
Ya faltaba menos, tres días, dos días. Y todo comenzó a inundarse. Mientras caminaba el agua me mojaba, primero los pies, luego las rodillas. Pero no me importaba, si todo estaba perdido, yo seguía caminando.
El último día llegó, el agua arrasó con todo, no quedó nada. Todo lo que alguna vez se creó, todo lo que alguna vez el hombre hizo, todo, el agua se llevó todo, se quedó con todo, hasta conmigo.